domingo, 2 de junio de 2002

Así era Zaragoza hace 900 años
(...) En los distintos puestos podían encontrarse todo tipo de productos:
higos de Málaga, pasas de Ibiza, bananas de Almuñécar, azafrán de
Ubeda, lapislázuli de Lorca, coral y brocados de Almería, ámbar gris
de Cádiz, zapatos de Córdoba e instrumentos musicales de Sevilla. En
el mercado al aire libre los precios eran más baratos, aunque la
autenticidad de los productos nunca estaba del todo garantizada, que
los que se ofertaban en las lujosas tiendas de la alcaicería y el
bazar, a donde era necesario acudir para comprar las más refinadas
manufacturas, la rica orfebrería, el oro, las sedas y las joyas y
pieles más lujosas.