domingo, 28 de septiembre de 2003

Una piraña en el Giribaile

Esta semana Ubeda ha vuelto a los medios de comunicación nacionales (televisión, radio...) tras el hallazgo en el pantano de Giribaile de un ejemplar de piraña de casi un kilo de peso. Cristóbal Marín, un joven pescador de la Sociedad de Pesca de Úbeda capturó dicho pez. ¿Qué hacía una piraña tropical en el Giribaile? pues se supone que alguien, aburrido de su peculiar mascota (igual comía demasiado :-) decidió dejarla en libertad en el rio Guadalimar.

El hecho en si no deja de tener su gracia, y aunque la Junta y los expertos dicen que no se ha podido reproducir dado que las condiciones climatológicas no son las más adecuadas para esta especie, a partir de ahora tendrá su toque adrenalínico el pegarse un bañito en dicho rio :-)

No es la primera vez, ni la última, que una especie extraña se incorpora en un habitat que no es el suyo. Lo malo viene cuando las condiciones SI son favorables para su reproducción y provoca que otras especies endémicas se vean perjudicadas. Me viene a la memoria los casos de los muflones que Franco soltó en la Sierra de Cazorla para después divertirse cazándolos, o los conejos en Australia, ciertas especies de peces y cangrejos, o las tortugas de los rios franceses... Al fin y al cabo son animales, peor son otras especies de depredadores que hay en ciertas instituciones....

domingo, 14 de septiembre de 2003

Primero el pan, después el circo

Estos dias me ha llamado la atención una noticia en la que se decía que "El Ayto. de Ubeda pide a la UE que subvencione su plan alternativo para el ocio juvenil nocturno". Como idea no está mal; en todas las ciudades existe el mismo problema del ocio juvenil nocturno, tanto para los que quieren divertirse como para los que quieren dormir a esas horas. Lo malo de estas historias es que al final, si el dinero llega (212.000 euros), entre unos y otros, la casa sin barrer. Para tener al pueblo contento, como hacían los romanos, hay que darle pan y circo, pero yo creo que en ese orden, primero el pan y después el circo. Vamos a dejarnos de tanta gilipollez y viajecito a Vera, Isla Mágica, etc... y a concentrar los esfuerzos en dar trabajo digno a los jóvenes ubetenses para que no tengan que emigrar, que con eso, ellos se divertirán seguro sin ayuda de nuestro consistorio (afortunadamente).